Ley 11-92 al desnudo: Lo que todo emprendedor dominicano debe saber del Código Tributario
Si tienes un negocio en República Dominicana o estás pensando en emprender, hay una ley que no puedes darte el lujo de ignorar: la Ley 11-92. Es el tipo de ley que no se estudia por gusto, pero que una vez la entiendes, te cambia la manera en que ves tu negocio y tus finanzas.
Sinceramente, yo sé lo que es empezar un proyecto con más ganas que conocimientos legales, pero no te preocupes aqui estamos para ayudarte. Esta ley es, básicamente, el “Manual” del sistema tributario dominicano. Si vendes, compras, contratas o simplemente generas ingresos en este país, ya estás dentro del juego… así que mejor conocer las reglas.
¿Qué es la Ley 11-92?
Esta Ley fue promulgada el 16 de mayo de 1992, esta ley es el Código Tributario de la República Dominicana. Regula cómo, cuándo y cuánto debemos pagar de impuestos. Aquí se define todo lo relacionado con el Impuesto sobre la Renta (ISR), el ITBIS, las retenciones, los comprobantes fiscales (NCF), y hasta cómo declarar a tus empleados.
Fue creada para organizar un sistema que antes era un desorden, y aunque ha tenido muchas reformas, sigue siendo la base sobre la que se rige la Dirección General de Impuestos Internos (DGII).
Cosas que no puedes dejar pasar si eres emprendedor:
A veces creemos que mientras se facture poco, no hay que preocuparse por los impuestos. Pero la realidad es que la informalidad sale cara. Aquí te dejo algunos puntos claves que regula la Ley 11-92 y que te conviene conocer:
-
ISR (Impuesto sobre la Renta): si generas ingresos, debes declarar. Y dependiendo de cuánto ganes, así será lo que te toca pagar.
-
ITBIS: aplica para productos y servicios. Si facturas, probablemente estás cobrando ITBIS, y eso se declara mensualmente.
-
NCF (Comprobantes Fiscales): no es solo “dar una factura”, es emitir un documento con valor legal ante la DGII.
-
Retenciones: si pagas a proveedores, en algunos casos debes retener parte de ese pago y reportarlo a la DGII.
-
Obligaciones mensuales y anuales: como el IR-17, el IT-1, y la declaración jurada anual del IR-2 (personas jurídicas) o IR-1 (personas físicas).
¿Por qué te conviene conocer esta ley?
No se trata solo de “evitar multas” (aunque créeme, eso ya es bastante incentivo). Se trata de proteger tu negocio, crecer con estabilidad y tomar decisiones inteligentes.
Saber cuándo puedes deducir un gasto, cómo manejar tus comprobantes o qué régimen tributario te conviene, te puede ahorrar no solo dinero, sino dolores de cabeza.
Además, estar al día te permite acceder a financiamiento bancario, participar en licitaciones y formalizar tu negocio ante el Estado, algo que hoy por hoy es esencial si quieres escalar.
Lo que nadie te dice (pero deberías saber)
Hay una parte emocional en todo esto que casi nadie menciona: muchos emprendedores sienten culpa o ansiedad cuando escuchan “impuestos”, porque han vivido malas experiencias o simplemente porque desconocen sus derechos y deberes.
Pero la Ley 11-92 no es tu enemiga. Es un marco legal que puedes usar a tu favor si tienes el acompañamiento correcto. No estás solo en esto: buscar apoyo contable no te hace débil, te hace más estratégico.
Mi consejo como asesor contable:
No esperes a que la DGII te visite para tomar acción. Conocer la Ley 11-92 no solo es un deber, también es una herramienta para cuidar tu esfuerzo y tu inversión.
En nuestra firma contable, te ayudamos a entender y aplicar esta ley a tu medida, sin tecnicismos, sin miedo, y sobre todo, sin dejar espacio a la improvisación.
¡Aprovecha nuestras ofertas de abril!
Este mes tenemos promociones especiales en constitución de compañías y asesoría GRATUITA. Es el momento perfecto para poner tus papeles en orden, legalizar tu emprendimiento y construir una base sólida. Escríbenos y conoce nuestros precios. Te ayudamos a que tu negocio no solo facture, sino que crezca con visión.